Fábrica de Iluminación en el puerto de Rotterdam
"….Nika llevándome entre la nubes…" Calles de Belfast.
Van Morrison, 1985
Situado sobre un dique en Rotterdam, en una zona que mezcla edificación fabril y residencial, este proyecto trabaja con la condición atmosférica del paisaje del puerto que, generalizables a otros, sirve como punto de partida. Así, la humedad, la luz difusa, las brumas y las nubes zeneran el proyecto. Estas últimas flotan sobre los diques, estableciendo planos paralelos al suelo con diferentes densidades.
El programa alberga un centro técnico (oficinas, exposición, laboratorios, construcción de prototipos), naves de fabricación y almacenes. Se plantea una gran cubierta que albergue las instalaciones principales con zonas macizas y huecas; y aquí aparecen unas piezas irregulares de distintos tamaños y longitudes como el motivo que configure la cubierta: son nubes atrapadas en el dique.
Estas piezas son lucernarios en la nave de fabricación y, a su vez (con mayor escala), tres "cabezas" en el centro técnico, por su proximidad al canal principal y a las vistas desde la otra orilla.
Vidrio y chapa (lisa y perforada) juegan el papel de lleno y vacío, en un intento por resolver con la economía de medios constructivos propia de un edificio fabril. Los lucernarios-nubes proporcionan la luz natural para que la compañía fabrique las luminarias. Dispuestos longitudinalmente y en paralelo a los brazos de agua que rodean el solar, siguen la referencia de las estructuras ferroviarias de los diques cercanos como una suerte de Palazuelo.
Rodeando la nave de fabricación, aparece un cerramiento perimetral —resuelto con chapa calada y alzados «rotos», semejantes a apilamientos temporales—que alberga los almacenes de carga y descarga para el transporte marítimo y terrestre. Dentro de la nave, se pretende tener la sensación de estar bajo nubes atrapadas, aunque a veces parezca que estés bajo la quilla de cualquier barco del puerto. En cualquier caso (y también relacionado con la humedad), se trata también de atrapar esa cierta borrosidad acuática tan presente en el puerto.
Muelle de Binnenhaven.Rotterdam.Proyecto: 1995. Cliente: Compañía Philips. Arquitecto: Ángel Verdasco. Fotografías: Carlos Arroyo.